"Con una rosa para Yemanyá, reina del mar en la espiritualidad Yoruba, africana, recreada en Salvador, Bahía, Brasil. También Cuba. En el día del mar y de los pescadores".

En mi columna del 9 de junio ¿Tercera derrota consecutiva en lágrimas contenidas de la señora k?, publicada en este Portal de La mula, el 9 de junio de 2021, sostuve que antes que la encuestadora IPSOS publicase el resultado de la elección a boca de urna, el 11 de abril, la Sra. K ya sabía que perdería la segunda vuelta. Parece obvio que la Sra. K conociera el último informe de IPSOS gracias a la familia Miró quesada, su principal aliada en los medios de comunicación. La pequeña ventaja favorable al Profesor Castillo se mantuvo pese al febril trabajo de la Sra. K, sus asesores y aliados políticos, para diseñar una estrategia y los pasos tácticos para robar los votos necesarios y ganar. Además de los sucesivos fracasos de los abogados del fujimorismo, para el primer desenlace del nudo político en el reciente fin de semana fueron importantes la reaparición de Vladimiro Montesinos, la división de la derecha y la recomposición del Jurado Nacional de Elecciones. Los hechos indican que parece inminente la proclamación del profesor Pedro Castillo como presidente salvo una o más jugadas que la señora K y sus aliados tengan en cartera. Luego de anunciar que pediría al presidente su intervención a favor de una auditoría internacional de las elecciones, la señora K encendió unas velas en la Plaza Bolognesi y rezó un padrenuestro por su salvación.

Uno. Regreso del fujimontesinismo.

Cuando nadie esperaba, Vladimiro Montesinos reapareció en unos videos y audios (un invento suyo seguido en buena parte del mundo para fines diversos) grabados por su viejo cómplice y amigo, el comandante retirado del ejército Pedro Rejas Tataje. Son innegables su presencia y voz, así como el objetivo político de su probablemente fugaz visita al escenario político para ayudar a la Sra. K. El consejo de pagar un millón de dólares a cada uno de jueces de Jurado Nacional de Elecciones, un último recurso para que gane la Sra K, nos devuelve al mundo de la corrupción, recibido por Montesinos y Fujimori como herencia del pasado, multiplicado como arma política y de enriquecimiento personal. Si la señora K y sus benefactores hubiesen entregado el dinero habrían dado un nuevo golpe extraordinario, pero no pudo ser. Debemos agradecer a portal del IDEELE y, en particular, a Gustavo Gorriti, por su oportunísima denuncia que bloqueó esa operación del delincuente Montesinos y sus cómplices.

Lo importante de esta historia abortada es doble; de un lado, el fujimorismo habría apelado una vez más a comprar los votos que le hacen falta para ganar una votación y; de otro, Montesinos vuelve para ayudar a “la chica” (señora K”), lo que prueba que el contacto con Alberto Fujimori continua y sus consejos son pedidos o escuchados para beneficiar al dictador monarca absoluto y a sus hijos. Los favores de algunos oficiales de la Marina ofreciéndole acceso al teléfono fijo del penal de mayor seguridad del país, prueban también que entre las cenizas de su poder sobre las fuerzas armadas hay aún brasas para apoyar a la señora K y quién sabe para qué más. El fujimorismo vuelve a aparecer como siempre fue: una banda con múltiples recursos para no perder el poder que la familia y sus aliados militares y civiles tuvieron y pretenden recuperarlo 20 años después.

La fallida compra de jueces, imposible de ocultar, ha sido un golpe muy fuerte contra “la chica”; podría haber sido la gota de agua que le faltaba al Sr. López Aliaga para decirle a la “chica Sra. K: hasta aquí nomás, en adelante voy por mi cuenta.

Dos, división de la derecha.

En la tarde del sábado 28 vimos en la pantalla de televisión tres recuadros correspondientes a un mitin de López Aliaga en la Av. 28 de julio, una vigilia de la Sra. K en la plaza Bolognesi y una marcha del partido Perú Libre que concluyó en un mitin en la plaza San Martin, con un discurso del profesor Pedro Castillo. Quien escribía los subtítulos en la pantalla del canal N, puso en pantalla tres o cuatro veces “la derecha se divide”. Luego, el subtítulo no apareció más. En edición del domingo el diario El Comercio no tuvo espacio para esa división, pero en el programa Cuarto poder del canal 4 a las ocho de la noche tuvo que reconocer este hecho en breves minutos, como parte de un posible viraje de regreso a su política anterior, dejando atrás su total identificación con la causa de la señora K y la demolición del profesor Castillo a través de una campaña que produjo náuseas.

La unidad de las derechas duró muy poco tiempo; se agotó en la campaña electoral. A partir del 7 de junio, la extrema derecha dirigida por el señor López Aliaga repensó su política de alianzas y el sábado último montó su propia manifestación. Él y probablemente un 70m % de sus seguidores no fueron a reforzar la vigilia de la señora K en la plaza Bolognesi. Con este acto político él aparece como el primer candidato a las elecciones de 2026. En consecuencia, la señora K bailará con su pañuelo en los días que faltan para la proclamación del Profesor Castillo.

Hay ya en Perú una derecha que deja atrás su bicentenaria costumbre de aparecer siempre escondida, financiando a los civiles o militares más próximos a la defensa de sus intereses. Hoy, surge públicamente con el rostro del señor López Aliaga -el chanchito porky en los memes de las redes sociales- y las ideas reaccionarias de un grupo de millonarios que no tiene la menor idea de lo que es el Perú y no ha entendido nada de lo que la fuerza política del pueblo significa, luego de la aparición del profesor Castillo. El resto de la derecha que no es del Opus Day, tendrá que repensar su actuación política, formar casa aparte, o seguir como antes, manejando a sus actores políticos desde un rincón, debajo de la alfombra, donde se esconde una parte de la basura del país.

Tres, Primer ¿y último? padre nuestro de la señora K

Desde el 7 de junio, la señora K y sus aliados hacen todos los esfuerzos posibles para conseguir que el Jurado Nacional de Elecciones le robe los votos al profesor Castillo, y la declare ganadora de las elecciones. Este objetivo central está escondido debajo de su verbal defensa de la democracia, del voto de todos los peruanos. Cuentan muchos periodistas que la banda de abogados de los grandes “Estudios” o “Buffets” trabajaron intensamente para revisar miles de actas buscando pruebas de un fraude que no existió en la realidad. La señora K (Keiko con K de corrupción) interesada en ganar, y sus aliados de la derecha toda, dispuestos a no correr el riesgo de perder, decidieron iniciar la batalla legal contra el fraude que ellos inventaron. Con la excelente ayuda de los dueños de los medios de comunicación, encargados de transmitir su pensamiento único, la campaña contra el fraude fue creciendo hora a hora, hasta convertirse en una aparente verdad, refrendada por la misma encuestadora Ipsos, en su última encuesta: “la mayoría de peruanos cree que hubo fraude”. Tenemos aquí un nuevo y cabal ejemplo de lo que es producir una “verdad” falsa, con hechos falsos. Siguieron con gran fidelidad la táctica del ex presidente norteamericano Trump y como él, tienen la batalla legal prácticamente perdida. No vieron en las elecciones peruanas un fraude los organismos internacionales, el Presidente norteamericano Biden, el Congreso, el Departamento de Estado, la Unión Europea, y las organizaciones latinoamericanas y peruanas especializadas en vigilar elecciones. Inventaron el fraude los fujimoristas y sus aliados para no perder y defenderse mejor de la soga judicial de 30, 20, 15 y menos años de prisión que la fiscalía ha colgado en sus cuellos por pertenecer a una a banda para delinquir.

Las velas de la señora K apagándose en sus manos, al final de la vigilia del sábado, hace tres días, son un símbolo de la situación política en la que la señora se encuentra luego de sus graves errores. Su batalla legal no dio los resultados que esperaba, sus pedidos a la OEA son también inútiles, su ruego al presidente Francisco Sagasti para que pida la OEA una auditoria internacional no será oído, su desafío al profesor Castillo para que le pida lo mismo, tampoco. La conversión de su mitin político en una vigilia de militantes católicos de la iglesia, como uno de sus últimos gestos, prueba la orfandad política de ella, de sus asesores, nuevos y viejos abogados, esos cadáveres políticos que gozan de buena salud y vuelven a las pantallas de TV cuando los reclaman en tiempos de crisis y situaciones límite como la que vivimos en el país. Podría suponerse también que su última oración y las llamas de sus velas no tienen la fuerza para llegar al cielo.

Cinco, ¿Después de la victoria del profesor Pedro Castillo qué?

Para terminar, esta pregunta está ya está planteada por la realidad. Como las peruanas y peruanos estamos divididos desde nuestro nacimiento (1533-1541) y descendemos de los ancestros-abuelos y españoles Huáscar y Atahualpa; Pizarro, y Almagro; hermanos rivales y enemigos, los incas; invasores, los españoles. Los 4 se asesinaron y los herederos de hoy estamos igualmente divididos y enfrentados. Esta especie de ADN nuestra, reaparece cada cierto tiempo, entre derecha e izquierda cuando las contradicciones suben de las placas profundas de nuestra historia a la superficie, y se reproduce dentro de la derecha y la izquierda. De este doble juego de contradicciones depende la suerte del Perú. Pero esta es ya harina de otro costal.

Pd. Me hubiera gustado que el diario La república titulara el domingo: “Último padre nuestro de la señora K” o “Se divide la derecha”. Tendrá sus razones el director para haber escogido “Ratificaré a Velarde en el BCRP”, una frase del Profesor en su mitin del sábado 27 de junio.

(Foto: El Mundo)