INDISPENSABLE RECTIFICACIÓN (8 de febrero de 2021)

Agradezco al poeta Sánchez Hernani por haber advertido un serio error en este artículo publicado el pasado 3 de febrero.

El último párrafo de ese artículo decía:

“Al fin de cuentas, corresponde al Ministerio de Cultura una responsabilidad de primer orden. En menos de dos meses, el gobierno a través del ministro de cultura -de paso fugaz, dos veces antes, por esa cartera- ya produjo un cambio como ese. ¿Tenían quienes gobiernan hoy, propuestas para una política sobre lo que el gerente llama cultura? Probablemente no; en cambio, sí tenían intereses de grupo para reemplazar personas en cargos, aunque sea solo por ocho meses; porque en política es siempre saludable ofrecer a los amigos algunos puestos para renovar confianzas y lealtades. Fue desastroso el papel del Ministerio de Cultura durante la primera cuarentena por el abandono de los pueblos amazónicos y del enorme bloque de artistas que no recibieron bono alguno; salvo, una ayuda a los privilegiados a través de fondos para proyectos pensados y presentados digitalmente, excluyendo a la mayoría que a lo largo del país no tiene computadoras y menos el saber digital que se requiere para eso. (En su debido momento, comenté duramente esa incompetencia del Ministerio de Cultura, en dos de mis 10 artículos sobre la pandemia publicados en este mismo portal de La Mula)”.

Corrijo los errores contenidos en ese párrafo. 1. Confundir al Ministerio de Cultura con el de Educación, del que TV Perú (Canal 7) depende. 2. Atribuir al ministro Alejando Neyra la responsabilidad que corresponde al señor Ricardo Cuenca, ministro de Educación. 3. Carece de sentido, en consecuencia, atribuirle al señor Cuenca las responsabilidades del señor Neyra durante la pandemia y de no haber tomado en cuenta a la gran mayoría de los artistas populares con la ayuda elitista de su ministerio.

Mi observación sobre la falta de una propuesta sobre lo que el actual gobierno y sus ministros Neyra y Cuenca consideran como cultura, es plenamente válida, así como la responsabilidad del señor Cuenca en cerrar un excelente programa como el de Presencia Cultural.

Si algunos lectores se interesan por profundizar algo más de lo aquí tratado, les informo que en el capítulo XI, 'Un Ministerio de Cultura', de mi libro Culturas, realidad, teoría y poder (San Marcos, Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNMSM, Lima, 2019) se encuentran los argumentos que fundan esa observación y que muestran los problemas existentes entre ambos ministerios. Uno de ellos: la educación bilingüe intercultural depende del Ministerio de Educación y va por cuerdas separadas del Viceministerio de Interculturalidad del Ministerio de Cultura. Con un mínimo de coherencia, el programa de TV Perú debió haber pasado al Ministerio de Cultura, pero quedó en el de Educación.

Pido gentilmente disculpas al ministro Neyra por este serio error.


A fines de enero, la dirección de TV Perú (Canal 7) tomó la decisión de cerrar el programa Presencia Cultural, imaginado, pensado, propuesto y dirigido por Ernesto Hermoza Denegri, en 1983. Corresponde al ministro de Cultura la responsabilidad política de cerrar el programa más antiguo -38 años- y uno de los mejores de ese canal.

En este texto hablaré brevemente de lo que ha sido ese programa, de la importancia de Ernesto Hermoza en el trabajo de difundir las diversas expresiones artísticas de los pueblos-naciones-culturas-lenguas existentes en el suelo nuestro, y de las razones dadas por el gerente de TV Perú para justificar su clausura. Finalmente, comentaré esas razones.

Uno. Varias culturas frente a la Alta cultura considerada como si fuera la única.

En otro texto escrito en homenaje a Ernesto Hermoza, en 2018, cuando se encontraba delicado de salud, resumí la originalidad de sus programa: “A diferencia del periodismo oficial que identifica la cultura, así en singular, con la llamada “alta cultura” -bellas artes: ballet, pintura y música clásicas, cine, teatro, literatura, como si fuera la única-, en sus centenares de emisiones, Ernesto mostró los rostros artísticos de las 50 culturas, pueblos, naciones, patrias o sangres, presentó y comentó libros en largas y preparadas entrevistas con muchísimos artistas y autores y autoras, anunció recitales, conciertos y fiestas grandes de artistas populares de ese otro lado del Perú, entre escondido, marginado, conocido a medias o ninguneado.

En la televisión y las radios comerciales, son muy breves el espacio y el tiempo consagrados a las culturas peruanas. En dos o tres minutos solo es posible enunciar algunos rasgos generales y no puede abordarse tema alguno con un mínimo de seriedad. Hace 30 años y algo más, recibí una cordial invitación de Ernesto para hablar con él de uno de mis libros. ¿De cuántos minutos disponemos, le pregunté? De los que quieras, respondió. 30 minutos para responder a sus preguntas y comentarios, parecía y era un tiempo fantástico. Entendí por qué Ernesto prefirió producir un programa propio, con libertad y con muy pocos recursos y no ser prisionero de un espacio sometido a los vaivenes de los jefes y jefecillas que pasan como pájaros anónimos, para quienes la TV es solo un trampolín para seguir flotando, subir si se puede, o desvanecerse en el aire, sin el consuelo de dejar algo que se parezca a una huella”.

Leía los libros que comentaba, citaba textos para formular preguntas, no era un periodista vedete-figureti que hace un programa para lucirse; es un hombre comprometido con todas las venas artísticas de nuestros pueblos, mostraba detalles de las exposiciones de pintura, largos fragmentos de discos, provocaba para que sus invitados cuenten algunos de sus secretos. Todo eso con respeto, cordialidad, con un tono siempre amable, una palabra fácil, sin adornos ni alardes. Su programa en Radio Filarmonía -“Golpe e´ Tierra, una hora con música tradicional peruana de costa, sierra y selva a través de sus cultores más renombrados”- tenía el mismo horizonte. Cada uno de sus programas era debidamente preparado, con canciones de compositores, y cantantes, escogidos por su calidad.

Dos. Razones desde el poder, dadas por el gerente de TV Perú.

Cito la corta entrevista “Jesús Solari, gerente de Televisión de TV Perú: ¿por qué se canceló programa de TV Perú?, que el periodista Enrique Planas consiguió para el diario El Comercio, suplemento Luces, sábado 30 de enero, 2021, p. 6).

- “¿Por qué se ha levantado un programa como presencia cultural tras 38 años en el aire de forma ininterrumpida?

- ‘Presencia cultural’ es un programa emblemático, al cual nosotros le tenemos mucho cariño. Nació con él ADN de Ernesto Hermoza, y este ADN se ha implantado en toda la programación que nosotros tenemos. Ha dispersado su esencia en todo lo que venimos haciendo en la parrilla de televisión TV Perú. Ahora estamos dando paso a un nuevo formato cuyo objetivo sigue siendo difundir la cultura a través de las diferentes expresiones con una nueva estructura. El hecho de que un programa tenga tantos años en la TV nacional no quiere decir que vaya a perder relevancia su objetivo.

- ¿El programa seguirá o se creará otro con otro nombre?

- ‘Presencia cultural se va a transformar en un nuevo espacio definitivamente.

- ¿Qué criterios se aplicaron para sacar ‘Presencia cultural’ del aire?

- Aparte de ser un medio público, somos una multiplataforma que tiene que estar siempre en constante reinvención. No desmerecemos los productos, sino que planteamos la renovación del lenguaje audiovisual de cada uno de ellos. Nosotros tenemos que estar a la vanguardia. ‘Presencia cultural’ es un hito importantísimo la televisión, pero todos los espacios deben dar paso a la renovación estructural”.

Tres, crítica. Palabras, palabras, para no decir nada con un gramo de sustancia.

Anuncia el sr Jesús Solari, gerente de Televisión de TV Perú, que la actual dirección “tiene que estar a la vanguardia”. ¿De qué o de quiénes?, no sabemos; tampoco quiénes de la retaguardia según él no cuentan más. Reafirma la vieja misión de esa vanguardia de” difundir la cultura”, así en singular, esa que se es la llamada “alta cultura” en oposición a las culturas populares. Anuncia una “nueva estructura”, “una multiplataforma que tiene que estar siempre constante reinvención” sin decir ¿cuál y por qué?, y qué entiende por constante reinvención.

Como el programa Presencia Cultural “Nació con él ADN de Ernesto Hermoza, y este ADN se ha implantado en toda la programación que nosotros tenemos”, el programa emblemático” del canal 7 no va más y se clausura “definitivamente”. Disuelto entre los jefes, el programa ya no hace falta. Punto.

El gerente director dijo palabras, puras palabras, se contradijo mostrando sus serios problemas para razonar y dar aparentes razones para no decir nada sobre quienes pidieron que el programa Presencia Cultural desaparezca y para beneficiar a un(a) recomendado fulano de tal. Es lo que suelen hacer los nuevos funcionarios desde la pequeña parcela de poder que les ofrecen los gobiernos que acaban de llegar.

Pocas veces los funcionarios del Estado suelen dar explicaciones de las decisiones que se toman es las esferas y circuitos del poder. En este caso, el señor Jesús Solari, gerente de televisión de TV Perú, mencionó algunas aparentes razones. Por lo que dijo, parece un director de televisión y no un gerente; en estos tiempos de dominio del capitalismo los gerentes que antes se ocupaban de la marcha económica y administrativa de las empresas, ahora parecen indispensables en todos los espacios privados y públicos. Un breve ejemplo: el Municipio de Villa el Salvador tiene 43 gerentes, en todas las áreas y para todos los gustos. Las “gerencias de imagen” se multiplican por todas partes. Es el espíritu capitalista que se apropia de todos los espacios sin que eso signifique capacidad para decidir qué programas son o no necesarios en un canal estatal de televisión.

̶A̶l̶ ̶f̶i̶n̶ ̶d̶e̶ ̶c̶u̶e̶n̶t̶a̶s̶,̶ ̶c̶o̶r̶r̶e̶s̶p̶o̶n̶d̶e̶ ̶a̶l̶ ̶M̶i̶n̶i̶s̶t̶e̶r̶i̶o̶ ̶d̶e̶ ̶C̶u̶l̶t̶u̶r̶a̶ ̶u̶n̶a̶ ̶r̶e̶s̶p̶o̶n̶s̶a̶b̶i̶l̶i̶d̶a̶d̶ ̶d̶e̶ ̶p̶r̶i̶m̶e̶r̶ ̶o̶r̶d̶e̶n̶.̶ ̶E̶n̶ ̶m̶e̶n̶o̶s̶ ̶d̶e̶ ̶d̶o̶s̶ ̶m̶e̶s̶e̶s̶,̶ ̶e̶l̶ ̶g̶o̶b̶i̶e̶r̶n̶o̶ ̶a̶ ̶t̶r̶a̶v̶é̶s̶ ̶d̶e̶l̶ ̶m̶i̶n̶i̶s̶t̶r̶o̶ ̶d̶e̶ ̶c̶u̶l̶t̶u̶r̶a̶ ̶-̶d̶e̶ ̶p̶a̶s̶o̶ ̶f̶u̶g̶a̶z̶,̶ ̶d̶o̶s̶ ̶v̶e̶c̶e̶s̶ ̶a̶n̶t̶e̶s̶,̶ ̶p̶o̶r̶ ̶e̶s̶a̶ ̶c̶a̶r̶t̶e̶r̶a̶-̶ ̶y̶a̶ ̶p̶r̶o̶d̶u̶j̶o̶ ̶u̶n̶ ̶c̶a̶m̶b̶i̶o̶ ̶c̶o̶m̶o̶ ̶e̶s̶e̶.̶ ̶¿̶T̶e̶n̶í̶a̶n̶ ̶q̶u̶i̶e̶n̶e̶s̶ ̶g̶o̶b̶i̶e̶r̶n̶a̶n̶ ̶h̶o̶y̶,̶ ̶p̶r̶o̶p̶u̶e̶s̶t̶a̶s̶ ̶p̶a̶r̶a̶ ̶u̶n̶a̶ ̶p̶o̶l̶í̶t̶i̶c̶a̶ ̶s̶o̶b̶r̶e̶ ̶l̶o̶ ̶q̶u̶e̶ ̶e̶l̶ ̶g̶e̶r̶e̶n̶t̶e̶ ̶l̶l̶a̶m̶a̶ ̶c̶u̶l̶t̶u̶r̶a̶?̶ ̶P̶r̶o̶b̶a̶b̶l̶e̶m̶e̶n̶t̶e̶ ̶n̶o̶;̶ ̶e̶n̶ ̶c̶a̶m̶b̶i̶o̶,̶ ̶s̶í̶ ̶t̶e̶n̶í̶a̶n̶ ̶i̶n̶t̶e̶r̶e̶s̶e̶s̶ ̶d̶e̶ ̶g̶r̶u̶p̶o̶ ̶p̶a̶r̶a̶ ̶r̶e̶e̶m̶p̶l̶a̶z̶a̶r̶ ̶p̶e̶r̶s̶o̶n̶a̶s̶ ̶e̶n̶ ̶c̶a̶r̶g̶o̶s̶,̶ ̶a̶u̶n̶q̶u̶e̶ ̶s̶e̶a̶ ̶s̶o̶l̶o̶ ̶p̶o̶r̶ ̶o̶c̶h̶o̶ ̶m̶e̶s̶e̶s̶;̶ ̶p̶o̶r̶q̶u̶e̶ ̶e̶n̶ ̶p̶o̶l̶í̶t̶i̶c̶a̶ ̶e̶s̶ ̶s̶i̶e̶m̶p̶r̶e̶ ̶s̶a̶l̶u̶d̶a̶b̶l̶e̶ ̶o̶f̶r̶e̶c̶e̶r̶ ̶a̶ ̶l̶o̶s̶ ̶a̶m̶i̶g̶o̶s̶ ̶a̶l̶g̶u̶n̶o̶s̶ ̶p̶u̶e̶s̶t̶o̶s̶ ̶p̶a̶r̶a̶ ̶r̶e̶n̶o̶v̶a̶r̶ ̶c̶o̶n̶f̶i̶a̶n̶z̶a̶s̶ ̶y̶ ̶l̶e̶a̶l̶t̶a̶d̶e̶s̶.̶ ̶F̶u̶e̶ ̶d̶e̶s̶a̶s̶t̶r̶o̶s̶o̶ ̶e̶l̶ ̶p̶a̶p̶e̶l̶ ̶d̶e̶l̶ ̶M̶i̶n̶i̶s̶t̶e̶r̶i̶o̶ ̶d̶e̶ ̶C̶u̶l̶t̶u̶r̶a̶ ̶d̶u̶r̶a̶n̶t̶e̶ ̶l̶a̶ ̶p̶r̶i̶m̶e̶r̶a̶ ̶c̶u̶a̶r̶e̶n̶t̶e̶n̶a̶ ̶p̶o̶r̶ ̶e̶l̶ ̶a̶b̶a̶n̶d̶o̶n̶o̶ ̶d̶e̶ ̶l̶o̶s̶ ̶p̶u̶e̶b̶l̶o̶s̶ ̶a̶m̶a̶z̶ó̶n̶i̶c̶o̶s̶ ̶y̶ ̶d̶e̶l̶ ̶e̶n̶o̶r̶m̶e̶ ̶b̶l̶o̶q̶u̶e̶ ̶d̶e̶ ̶a̶r̶t̶i̶s̶t̶a̶s̶ ̶q̶u̶e̶ ̶n̶o̶ ̶r̶e̶c̶i̶b̶i̶e̶r̶o̶n̶ ̶b̶o̶n̶o̶ ̶a̶l̶g̶u̶n̶o̶;̶ ̶s̶a̶l̶v̶o̶,̶ ̶u̶n̶a̶ ̶a̶y̶u̶d̶a̶ ̶a̶ ̶l̶o̶s̶ ̶p̶r̶i̶v̶i̶l̶e̶g̶i̶a̶d̶o̶s̶ ̶a̶ ̶t̶r̶a̶v̶é̶s̶ ̶d̶e̶ ̶f̶o̶n̶d̶o̶s̶ ̶p̶a̶r̶a̶ ̶p̶r̶o̶y̶e̶c̶t̶o̶s̶ ̶p̶e̶n̶s̶a̶d̶o̶s̶ ̶y̶ ̶p̶r̶e̶s̶e̶n̶t̶a̶d̶o̶s̶ ̶d̶i̶g̶i̶t̶a̶l̶m̶e̶n̶t̶e̶,̶ ̶e̶x̶c̶l̶u̶y̶e̶n̶d̶o̶ ̶a̶ ̶l̶a̶ ̶m̶a̶y̶o̶r̶í̶a̶ ̶q̶u̶e̶ ̶a̶ ̶l̶o̶ ̶l̶a̶r̶g̶o̶ ̶d̶e̶l̶ ̶p̶a̶í̶s̶ ̶n̶o̶ ̶t̶i̶e̶n̶e̶ ̶c̶o̶m̶p̶u̶t̶a̶d̶o̶r̶a̶s̶ ̶y̶ ̶m̶e̶n̶o̶s̶ ̶e̶l̶ ̶s̶a̶b̶e̶r̶ ̶d̶i̶g̶i̶t̶a̶l̶ ̶q̶u̶e̶ ̶s̶e̶ ̶r̶e̶q̶u̶i̶e̶r̶e̶ ̶p̶a̶r̶a̶ ̶e̶s̶o̶.̶ ̶(̶E̶n̶ ̶s̶u̶ ̶d̶e̶b̶i̶d̶o̶ ̶m̶o̶m̶e̶n̶t̶o̶,̶ ̶c̶o̶m̶e̶n̶t̶é̶ ̶d̶u̶r̶a̶m̶e̶n̶t̶e̶ ̶e̶s̶a̶ ̶i̶n̶c̶o̶m̶p̶e̶t̶e̶n̶c̶i̶a̶ ̶d̶e̶l̶ ̶M̶i̶n̶i̶s̶t̶e̶r̶i̶o̶ ̶d̶e̶ ̶C̶u̶l̶t̶u̶r̶a̶,̶ ̶e̶n̶ ̶d̶o̶s̶ ̶d̶e̶ ̶m̶i̶s̶ ̶1̶0̶ ̶a̶r̶t̶í̶c̶u̶l̶o̶s̶ ̶s̶o̶b̶r̶e̶ ̶l̶a̶ ̶p̶a̶n̶d̶e̶m̶i̶a̶ ̶p̶u̶b̶l̶i̶c̶a̶d̶o̶s̶ ̶e̶n̶ ̶e̶s̶t̶e̶ ̶m̶i̶s̶m̶o̶ ̶p̶o̶r̶t̶a̶l̶ ̶d̶e̶ ̶l̶a̶ ̶M̶u̶l̶a̶)̶.̶